España se encuentra envuelta en una época turbia, llena de conflictos políticos y revueltas sociales. Como bien expresa el señor César Molina, para intentar aclarar tal situación como la que estamos viviendo, es necesario plantearse interrogantes: ¿cómo ningún partido ha elaborado un diagnóstico coherente para la crisis actual? ¿cómo es posible que la clase política española no sea capaz de planificar?
Todo esto, en parte se explica remontándose a los orígenes de la clase política española.
Ese gobierno integrado por listas cerradas dentro de los distintos partidos, ese gobierno en el cual estaba presente una patente descentralización estatal liderada por élites locales, que dio lugar a un gran crecimiento de los organismos públicos; ese gobierno que no estaba dirigido por los partidos políticos principales y mayoritarios, lo que derivó en la aprobación de las leyes de Cajas de cada Comunidad Autónoma y la ocupación de los principales cargos por sindicalistas, políticos...ese gobierno demasiado ambicioso que quiso controlar el CGPJ o el TC y obtuvo como resultado un gran paso atrás en el sistema político con la independencia de los citados organismos.
Avanzando hacia la actualidad, es patente que la situación del país no ha evolucionado demasiado en lo que al ámbito político concierne, un ejemplo de ello se encuentra en la actual burbuja inmobiliaria española, integrada por infinidad de nuevas construcciones que , en ocasiones, terminan convirtiéndose en "urbanizaciones fantasma", porque las viviendas nunca se ocupan y aumenta la transmisión del poder de las Cajas de Ahorro a las CC.AA.
Es destacable también el hecho de que la clase política española se ha convertido en una élite extractiva que cuenta con un mecanismo de captura de rentas y un escaso interés por materias como la educación y la investigación científica, ya que se han realizado multitud de recortes y las preocupaciones en estas materias están centradas en detalles esencialmente banales.
La crisis que afecta a España y se extiende a nivel mundial, ha provocado una profunda brecha entre la política del país y el interés general del mismo. El conflicto existente está distante aún de solución,sea beneficiosa o no para todos, pero se podría avanzar hacia una situación mejor convirtiendo a España en una potencia más competitiva, haciendo recortes en materias en las que sea realmente una necesidad, y no realizar dichas maniobras guiándose por intereses políticos y fomentando el diálogo entre el gobierno y el pueblo para evitar altercados como el del pasado 25s
Las revueltas que se produjeron en Madrid no son tolerables ni ayudan a promocionar la marca España fuera de nuestras fronteras.
Por último, un aspecto a mejorar también es el del actual sistema de voto, ya que el mecanismo imperante a día de hoy es aquel en el cual los dirigentes de los partidos tienen el poder, lo que deriva en una clase política disfuncional. Lo que necesita España es un sistema más equitativo, donde no exista una clase política transformada, la cual tenga una mejor comunicación con la ciudadanía y tome medidas que fomenten el progreso del país hacia un futuro esperanzador, en el cual los ciudadanos puedan confiar ciegamente y sobre el que construyan los cimientos de una vida mejor.
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